domingo, 19 de junio de 2016

No todo es lo que parece

¡Hola! después de bastante tiempo... no consigo llevar esto al día ya que por lo que veo no tengo faceta como escritora, que se le va a hacer.
Ya estoy en el ecuador de mi experiencia pues me quedan 2 semanas entre mis amigos los germánicos. Después de todo este tiempo he podido comprobar y descartar algunos de los tópicos por los que son conocidos los señores/as sandalias con calcetines.
 
Como siempre aclarar que esto lo escribo desde MI experiencia, lo que MIS ojos y MIS oídos han visto y oído, lo que he podido conocer.
 
1. La famosa frialdad y apatía de los alemanes: debo decir que es completamente falso, al menos en la zona de Alemania (Baviera) en la que me encuentro. Me han demostrado ser personas completamente normales, sociables; quizás de una manera especial, pero la mayoría son simpáticos aunque muchos solo lo son la primera vez si tienes un segundo encuentro con ellos. Algo que no entenderé. Pero en general, son personas que cuando te conocen son capaces de darlo todo por ti, por ayudarte, aunque esto cuesta adquirirlo, la confianza requiere tiempo.
 
2. Oh, alemanes tan perfectos, organizados, cultura ejemplar. Ejem, ejem.
 Con este tópico me río. Pues como habitantes de cualquier país que forman nuestro querido mundo, hay de todo. Pero en mi círculo, puedo decir que la mujer es la organizada en una casa familiar. Los famosos planificadores (tipo de calendario organizador) es un elemento más de la cocina. Ahí se apunta todo, he de decir que me parece un buen aliado para el hombre de la casa  pues para no volver loca a tu mujer con preguntas, echa un vistazo al calendario. Es una manera de saber si tu hijo tiene fútbol el domingo y no parecer que se te ha olvidado.
Ordenados; yo diría un poco caóticos. En su propio desorden mantienen un orden. He visitado varias casas y en todas, hay una parte de la encimera de la cocina que yo lo llamaría: "Objetos perdidos" pues pueden almacenar desde un calcetín, notas, cartas, dinero, medicamentos... hasta la galletita del perro.  En cuanto al orden del hogar y limpieza, me quedo con el español pues yo he echado tanto de menos a la fregona y el recogedor.
 
3. Leales pero pueden tocarte las narices.
Si te dejas abierto el coche en el centro de la ciudad y con abierto me refiero de par en par, lo más seguro es que no te hayan robado nada. Pero si aparcas incorrectamente ese mismo coche frente a tu casa, será posiblemente que uno de tus vecinos llame a la policía para denunciarte. O que no te den los buenos días, pero te toquen el timbre para pedirte el cortacésped.
Te convertirás en una persona no muy aseada si no reciclas correctamente la basura, incluido lavar los envases del yogur antes de depositarlos en el contenedor para plástico. Pero ven algo muy normal, tener la ropa de la cama un mes.
 
4. Alemania es cerveza y salchichas.
Pues no señores, Alemania tiene una gran gastronomía y además está muy rica. Personalmente me encanta, excepto si no te libras ni un día de la cena de pan con embutido y mantequilla. La cerveza, pues si se ha ganado ser un tópico, por algo será. Está tan buena... y eso que yo no soy cervecera. Pero si tenéis la oportunidad de viajar probar la gastronomía, indagar.
 
5. Los españoles habláis muy alto, es insoportable. 
 No soportarán oír el volumen cotidiano de  España mientras echas unas risas con los amigos entre cañas, ni que cocines con ajo. Pero en la biblioteca pueden hablar en voz alta sin corte y en el tren o metro no se oye ni una mosca. Algo que no entiendo.

 Pero hay dos cosas claras en las que Alemania le gana a España por goleada: en primer lugar, la meritocracia (forma de gobierno basada en el mérito) frente a la mediocridad, es decir el premio a la persona eficaz y preparada frente al enchufismo, la engodamia o el nepotismo. En segundo lugar, la conciencia de que lo público lejos de ser de nadie es de todos...

 No creo que sea la intención de los alemanes que todos los demás países europeos adopten su cultura. Hay que tener en cuenta que hay muchísima diversidad entre las distintas regiones. Pues algo tan importante como el propio idioma varía según la zona. Lo mismo nos pasa a nosotros si eres del Norte y te vas al Sur. Una persona de Bilbao no va a tener la alegría de una de Jerez, o sí.
 
En este mundo hay de todo sea del país, cultura, zona, raza a la que pertenezcamos.
 
Además, Alemania cuenta con mucha inmigración desde hace muchos años y hoy en día muchos de ellos son hijos de padres o abuelos que llegaron al país como extranjeros o hijos de parejas mezcladas. Al final, las culturas de los inmigrantes del pasado y del presente también han formado parte de la cultura alemana. Es lógico que no se puede explicar como es Alemania con unos simples tópicos.

La vida en España tiene mas componentes sociales sin duda, se vive más la vida . La forma de los nórdicos en general es mas apta para generar riqueza, los valores son distintos, educación, importancia de la formación, etc. Una buena base y formación garantiza el éxito de sus industrias, de su estado de bienestar etc. Que los alemanes miren a los países del sur por encima del hombro, puede. Pero si la situación fuera al revés seria lo mismo. Solo hay que mirar como los españoles ven los países sudamericanos

 ¿Se vive mejor alli? pues si tienes suerte, estás preparado, controlas el idioma y te adaptas (adaptarse maravilloso verbo que debes de utilizar durante tu estancia aquí en tu cabeza) sí es posible, pero para nosotros los españoles se paga un precio muy alto: la familia, los amigos, el buen tiempo, las cañas, etc.
 
En definitiva, este país es fantástico para aprender sobre la vida, la cultura y sobre ti mismo. Yo tengo claro que Alemania ya forma parte de mí. Pues me ha aportado mucho en poco tiempo, tanto bueno como malo, pero lo malo te enseña tanto cuando vives en el extranjero que vale la pena. Quizás no tenga playa ni tampoco cañas, pero tiene mucha sabiduría y cultura que te sirve para desmontar los tópicos de ella y lo más importante: enriquecer tu mente y valorar de donde vienes.
 
 
auf Wiedersehen,
 
Sonia

 

miércoles, 13 de abril de 2016

Ponte en su piel

Hallo! Como siempre comienzo mis entradas diciendo que he tardado demasiado en volver a escribir e intento siempre que no sea así. Pero aquí el tiempo se me está pasando muy deprisa.

Hoy quería dejar por escrito una situación que me ha ocurrido justo esta tarde en el tren de camino a Núremberg. Para mí ha sido bastante estremecedora y a la vez difícil; de querer ayudar y no poder. No saber como.

Sentada ya en el tren, en una de las paradas, se han subido una madre con un bebé y un niño de unos 8 o 9 años. La madre se ha sentado en frente de mí junto con su hijo. La mujer llevaba velo, por lo que he pensado que por el color de piel eran musulmanes. Con una falda larga y sandalias. Sostenía a su bebé en brazos de apenas 5 meses de vida que llevaba dos mantas alrededor de su cuerpo. El niño mayor, llevaba los pantalones rotos y uno de los pies sin calcetines.

Mientras,  el otro pequeño me miraba pero no a mí. Miraba todo el rato mi boca y es que estaba masticando un chicle. Al cabo de cinco minutos la mujer me dice ,como puede, porque no sabía apenas alemán, que debe ir al baño del tren y me pregunta si puedo coger al bebé. Yo le digo que sí.
Al lado, había un hombre leyendo el periódico y justo en la portada aparecía una gran foto sobre las fronteras y los problemas que están habiendo con los refugiados. El niño,  que sí que hablaba alemán se queda mirando la foto y señalándola me dijo: Mein Papa ist da. (Mi padre está ahí)

En ese momento, con ese bebé en brazos y su frase sentí una especie de mezcla de sentimientos tanto de pena y rabia. Pena, por la situación que están viviendo esas personas y que han debido de emigrar y como esta familia, sin el padre. Rabia, por querer ayudar o hacer algo por ellos y no poder. Todo esto está en manos de los que llevan corbata y chófer propio. Lástima.

La madre vino enseguida, me dio las gracias. En ese momento, vieron al revisor del tren a lo lejos. La madre se puso nerviosa. Entendí que no habían comprado el billete. Pero no podían bajar pues el tren continuaba en marcha. Le dije yo tengo un billete que pueden ir dos personas y los niños gratis. Siéntate. En ese momento no paraba de agradecérmelo pues en Alemania si ven que no llevas billetes debes de pagar 60 euros como mínimo.

Ellos se bajaban justo una parada antes que yo. La mujer me enseñaba su bolso vacío y me hacía gesto de dinero y diciéndome que no. Yo le hice entender que no quería nada como agradecimiento. Le regalé los chicles al niño. Fue lo mínimo que pude hacer en esa situación y se marcho con una gran sonrisa en la cara.
 
Todo esto ha sido real. Quizás para muchos no signifique nada, quizás para otros algo más. A mí, me ha servido para darme cuenta que la frase típica que solemos oír y que nos mantiene en calma: " mientras no seamos nosotros..." no sirve.  Tampoco meter a todos los refugiados que vienen en el mismo saco. Hay familias enteras, con niños y bebés, que quieren un futuro mejor para ellos al igual que nuestros abuelos o hicieron con nuestros padres en muchos casos. Sino preguntar a vuestras familias.

Ojalá hubiera podido haberles ayudado más, al menos el niño se pudo comer un chicle.

viernes, 26 de febrero de 2016

El afán de aparentar

 ¡Hola! hoy me gustaría hablaros sobre un tema que está por desgracia o no utilizamos diariamente demasiado aunque sean dos minutos. Las redes sociales.

Creo que hay diversas formas de poder tener una red social y usarla de una manera adecuada sin mostrar demasiado de ti mismo y con una finalidad cultural o simplemente,  para aprender o descubrir nuevas noticias, sucesos, ideas etc. Pero esto es realmente difícil.

Desde que vivo en Alemania, quizás esto me haya ocurrido porque paso más tiempo en solitario ya sea viajando o simplemente yendo al supermercado. Llevas contigo el móvil y suelo echar un vistazo al Facebook (por poner un ejemplo de una red social), del que llevo un tiempo realmente sorprendiéndome,  de como la gente cada vez más les gusta aparentar, mostrarse genial simplemente por un simple "me gusta" cuando sabes,  que realmente no están pasando un buen momento o que simplemente no son como se muestran en esta plataforma.

Destacar que YO debo estar hablando desde la total ignorancia sobre este tema ya que de vez en cuando suelo compartir fotos, artículos... pero creo que respeto bastante mi intimidad y no doy demasiadas explicaciones a la gente con un click en "subir" o compartir. No nos olvidemos de eso, TENER VIDA PROPIA. No hace falta compartir lo que hacemos cada día. Creo que no ganamos nada a cambio.
Quizás me haya animado a escribir esto desde que recibí el comentario de: "no sabía si te iba tan bien por Alemania, ya que no te veo muy activa por Facebook." En ese momento pensé en decirle " que pena que tu vida sea tan aburrida para estar pendiente de la de los demás por redes sociales en vez de preguntarle a la propia persona. Sociabilizarse quizás sea lo que necesitas"

El mundo está lleno de ignorantes.

NO entiendo a las personas que están todo el día quejándose de lo cruel que es la vida con ellos o lo mal que les va y en vez de buscar una solución o un poco de optimismo y positivismo,  suben una foto de lo guay que estoy de paseo.  ¿Eso te hace feliz?

A mí, me gusta utilizar las redes sociales ya que creo que no es solo para el "cotilleo" como muchos piensan. Puedes mantener contacto con amigos que están lejos, encontrar a gente del lugar al que vayas a irte a vivir o simplemente lugares (esto es realmente útil), leer noticias, música... o compartir. Compartir arte, aficiones, deporte, cosas bonitas...

Cualquiera diría que ahora tenemos la necesidad de dar a conocer al mundo lo feliz que es nuestra vida y de no hacerlo, nos hace infelices.

Por favor, al menos guarda los buenos e inolvidables momentos que vivas en tu mente o quizás en fotos pero en un marco encima de una estantería o simplemente en una carpeta en tu ordenador. Ponte mas adelante a ojear todo lo que guardas, créeme que es algo más que mirar fotos. Te puede hacer recordar hasta las conversaciones mantenidas en ese instante.

Recalco: esto es un blog personal, es decir, muestro O P I N I Ó N. Si buscabas saber algo sobre mí o qué tal me va, error.






domingo, 7 de febrero de 2016

Curiocosas

¡Hola! Hallo Leute!

Después de pasar casi 6 meses en Alemania puedo asegurar que está siendo una grata experiencia. Respecto al blog, sé que lo actualizo bastante poco pero quiero cambiar y escribir más.
 Hoy os quiero hablar de algunas palabras o expresiones que he oído de los alemanes las cuales no logro entender a veces del todo bien o simplemente te ponen de los nervios. ¡Ahí va eso!
 
- Nicht alle Tassen im Schrank
  Esta frase traducida al español: Todas las tazas no están en el armario/ No todas las tazas en el armario. Pues bien, iba yo con mi "madre" alemana y de repente le sonó el móvil. Se puso muy enfadada durante la conversación y cuando colgó dijo: "esto es increíble", y a continuación dijo esta frase. Mi cara fue de ¿qué tendrá que ver el enfado con que las tazas no estén en el armario? ¿será que el marido ha hecho algo con las tazas? A lo que yo pregunté ¿qué ha pasado con las tazas del armario? Ella se empezó a reír. Resulta que esta frase significa que estás loco, o que se te ha ido la pinza.
Sigo sin entender la relación, pero de que me voy a sorprender si los guantes se llaman Handschuhe )Hand= mano Schuhe= zapatos) los zapatos/fundas para manos. Siempre he creído que usa el término zapato puesto que en las manos son la parte del cuerpo que junto con los pies tenemos dedos... En fin.
 
-Na. El precioso na. A mí siempre me ha sonado como un poco despectivo pero puede resultar muy útil si tu nivel de alemán no es muy elevado. Suelen usarlo en alguna situación incómoda para romper el hielo.
 
-Echt. La famosa expresión que puede que un alemán diga unas 50 veces al día y que puede serte molesta. Significa ¿de verdad? ¿en serio? Yo la odio. La denomino: "hablar con la pared". No sabéis lo que es hablar con un alemán y después de cada frase que diga te responda echt?  echt? echt? como un disco rayado. Yo creo que cuando ocurre esto es porque no le interesa lo más mínimo lo que le estás contando y te dan ganas de responderle que ¡SÍ! ¡DE VERDAD! y ¡deja de decir eso cansino!
 
-Ohrfeige: Palabra compuesta por Ohr: oreja + Feige: higo. Significado: bofetón
 No logro entender porqué significa bofetón con la palabra higo de por medio. Esta la escuché por primera vez hablando con la abuela de la familia sobre la educación de los niños a lo que la mujer respondió : "un bofetón a tiempo siempre viene bien"
Yo pensé en mi cabeza Ohrfeige? eso qué narices es? al buscarlo en el diccionario pensé ¿qué tendrá que ver la oreja con el higo? ¿la oreja y el higo con el bofetón? ¿a caso se parece una oreja a un higo? o la marca que queda del bofetón es como un higo... jajajaja
 
Espero que os haya gustado, tengo más palabras, frases y dudas que te pasan por la cabeza diariamente durante la convivencia con esta gente. Pero he aprendido a no darles vueltas pues como podéis ver es para volverse loco y creerme que esto es algo light por no hablar de verbos separables, preposiciones y cosas frikis que solo los que estudiamos alemán sabemos. Pero es un idioma precioso. Agradezco que en el español no tengamos este tipo de cosas, que gran ayuda para los que estudian nuestra lengua. Eso sí, todo es ponerse.
 
Próxima semana también escribiré!
 
liebe Grüße
 
 
 
 

viernes, 15 de enero de 2016

La puerta de embarque

¡Hola a todos! después de haber estado un tiempo sin teclear desde tierras alemanas, hoy me dispongo a ello. Todo esto tiene un motivo. Volví a casa por Navidad para estar con los míos, para saborear y disfrutar lo nuestro. Y es que cuando vuelves, te das cuenta de todo lo que tenemos y lo que se echa de menos.
 
De eso os voy hablar ya que con nieve y en casa, creerme que se añora todo.
 
Para mí echar de menos es aprender a valorar, para muchos puede significar no ser una persona insensible o que este sentimiento recorre nuestra cabeza por querer de más.
 
El día que vuelves a casa, estás feliz. Dejé la maleta preparada con bastante antelación, pues verla fuera del armario me percibía motivación. Te despiertas sin problema aunque fueran las 5 de la mañana, tomé un café y me despedí de la familia.
En ese momento sientes algo pena y  tristeza porque te han regalado muy buenos momentos y más la mayoría con niños pequeños. Yo nunca he sido muy niñera y de querer pasar mil horas entre libros de colorear y jugar a papás y a mamás. Pero ser Aupair te enternece y empiezas a cogerle el gusto a eso de estar horas con ellos además, de hacerte ver si eres capaz de estar largas horas a cargo de niños. Me llevé esos recuerdos conmigo y un gran abrazo con los ojos de lágrimas de la madre. Se te derrama también alguna gota pero no quieres ponerte triste, porque sabes que los vas a volver a ver, esto no ha terminado.
 
Las horas y los desplazamientos entre aeropuertos también te enseñan, durante su transcurso te das cuenta de que si valen la pena este tipo de experiencias pues el decir adiós siempre es difícil aunque sea por un tiempo. A mí siempre me da por ponerme a escribir y echarme colonia del Dutty Free.
 
Aprendes a admirar el detergente de tu casa de toda la vida en tu ropa, te hace disfrutar un buen rato tomarte unas lonchitas de jamón del bueno que tu madre te ha dejado en la maleta mientras se te pasa por la mente las comidas entre tu gente en Navidad.
 Aprendes a comprobar la gente que te ha esperado y se acordaba de ti a la vuelta. La que tenía ganas de verte y saber de tu persona o simplemente alegrarse de verte. Te das cuenta de los que caducaron, los que eran buenos o lo parecían y se marchitaron por alguna parte y han acabado en otro sitio y no cerca de ti. Y observas que puede haber personas que aunque no sean de tu círculo te dedican una sonrisa de saber que has vuelto y estás bien.
 
Pienso que tener despedidas y reencuentros son buenas experiencias que te hacen crecer como persona y saber que rumbo quieres llevar en tu vida. Cuando dices adiós, la despedida te recuerda que tienes gente que te quiere y que quiere volver a verte siempre, además de que te esperan nuevas experiencias y objetivos que quieres conseguir. Te sientes valiente y seguro de ti mismo. Cuando vuelves, te pones loco de contento porque significa que has conseguido tus objetivos, que estás en ello o que pueden salir mal pero coges la puerta de embarque con destino a  donde sabes que vas a estar bien.

Así pues, te das cuenta de lo que has vivido, de lo que has sentido y, en cierto modo, de lo que quieres volver a vivir; incluyendo las sonrisas o carcajadas que te pueden salir por la calle al recordar momentos.
 
Donde estés valora lo que tienes, lo que encuentras y lo que te dan.
 Aprender de todo, como la vida misma.
Sonia

sábado, 28 de noviembre de 2015

Té y teclado

¡Hola! He decidido crear una sección que intentaré llevar a cabo los fines de semana. La he llamado "té y teclado" porque me encanta acabar los días invernales con un té en la mano, manta por encima y mi ordenador ya que aquí en Núremberg hemos dado la bienvenida a la nieve.

Pero en esta parte del blog, quiero hablar de todo un poco además de las reflexiones que uno hace cada vez que termina una semana y empieza una nueva, pues cuando vives fuera esto ocurre en tu cabeza automáticamente además de revivir recuerdos o  piensas que estaría haciendo ahora mismo en  España...

En unos días empezamos el mes de diciembre y esto incluye la Navidad. Es la primera vez que
 voy a vivir la famosa "vuelta a casa por Navidad" y la verdad es que te sientes ilusionada y con ganas de que llegue la fecha para coger las maletas y volar. En tu destino, te esperan los que más te quieren; tu familia y amigos. Nunca he sido una persona que le gustara mucho la Navidad porque desde mi punto de vista no creo que haya que gastar una gran cantidad de dinero tanto en regalos como en banquetes para celebrar esta fiesta además de hacer reuniones y reuniones para transmitir que una familia está unida pues pienso que esto se hace a lo largo de todo el año.

Para mí, estas navidades van a ser diferente a la vez que especiales. Diferentes porque esta experiencia  te sirve para aprender quien de verdad te quiere y tiene ganas de verte aunque sea un día, creerme que un simple como estás te puede alegrar el día si estás fuera de casa. Especiales... porque al echar de menos tanto tus tradiciones, casa, tu gente... lo valoras y piensas en qué no hace falta nada más.

Creo que es bueno que todos alguna vez salgamos y estemos fuera  un tiempo... se aprende demasiado y a veces muy deprisa. Además aunque no estés en tu lugar de siempre, lo ves y te enteras de todo. Por eso, luego habrá gente que hará como que está  realmente entusiasmada porque te ha visto cuando no sabía ni en qué lugar del mundo parabas. Pero esto desde donde estás, ya sabes con quién ocurrirá, no te debe de importar. Uno mismo sabe ya con quién puede contar.

Escribo esto porque en Alemania parece que mañana vaya a ser Nochebuena, la gente se adelanta, decoran ya las casas, los mercados navideños llenan las calles de gente y los padres ya compran los regalos. No veo en sus caras una ilusión por estas fiestas, excepto los niños.

Bueno, todo esto ha sido una simple reflexión... no sé si se ha entendido correctamente.
 Saludos